El torbellino de hechos, noticias y emociones diversas que estamos viviendo en el último mes y pico hace que se nos pasen desapercibidos muchos hechos, noticias y emociones que normalmente tendríamos muy en cuenta. Yo, al menos, tengo esa sensación. Esto, con ser inevitable, no deja de ser doloroso, especialmente en ciertos casos. Uno de ellos es que casi se me ha pasado el recomendaros una actividad cultural de coste cero absolutamente enriquecedora y excitante. Se trata de la exposición antológica que el museo Caixa Forum de Madrid, dedica al fotógrafo francés Jacques Henri Lartigue (1894-1986).
¡¡¡Absolutamente imprescindible!!!
Pues bien, he ido dejando esta recomendación por atender asuntos de "mayor urgencia" y al final casi se me ha pasado. Lamentablemente, la exposición (que lleva expuesta desde el 4 de Marzo) ¡¡¡finaliza mañana día 19 de Junio!!! El mismo día (19-J) en que está convocada en Madrid la gran marcha para protestar contra el pacto del euro.
¡Señor, que stress!
¡Señor, que stress!
Si hoy Sábado 18 o mañana Domingo 19-J tenéis un hueco en vuestra apretada agenda lúdico-reivindicativa para visitar una exposición de fotos maravillosa, no lo dudéis, acudid al CaixaForum Madrid, Paseo del Prado, 36. 28014 MADRID
La exposición "LARTIGUE. UN MUNDO FLOTANTE" es probablemente la mejor exposición de fotos que yo haya visto nunca (Sí, ¡Ya sé que soy muy exagerado!), o al menos en la que más he disfrutado.
Tengo que remontarme a la antológica que le dedicó el Reina Sofía a Chema Madoz (soy muy fan), para encontrar una exposición de fotos tan bella e impactante.
Es sólo que las fotos de Madoz, no dejan de ser exquisitos bodegones, naturalezas muertas tratadas con sensibilidad, inteligencia y maestría icónica, pero muertas al fin y al cabo. Las fotos de Lartigue por el contrario son la vida en movimiento. El reflejo de una existencia gozosa, donde el dinamismo y la acción forman parte inexorable de la felicidad del ser humano.
Otra exposición que me ha impactado recientemente y de la que ya os he hecho la pertinente reseña fue la del obrero de honor 01 Gervasio Sánchez "DESAPARECIDOS".
De cualquier exposición de bogedones de Madoz sales con un subidón de felicidad ante tanto ingenio y belleza concentrados en unas placas fotográficas. Lartigue muestra la envidiable vida de las clases acomodadas de la Europa de principios del siglo XX. Sánchez la vida a vez doliente y digna de los más desfavorecidos y masacrados habitantes del planeta en la actualidad. Tras ver las fotos de Gervasio Sánchez sales con el corazón ensanchado, pero a la vez encogido (¡No, no es una sensación incongruente!). De la exposición de Lartigue saldrás inexorablemente con una sonrisa en los labios y unas ganas infinitas de volver cuanto antes a la playa, o a ese lugar de la infancia donde fuiste abrumadoramente feliz.
Tras degustar el abundante festín de fotos perfectas de J. H. Lartigue, sales henchido de satisfacción, porque la feliz existencia de Lartigue y sus amigos en los también felices años 20 y 30 te cala y se instala en tu cerebro por un buen rato.
Este genio (este sí que lo es) de la fotografía empezó ejerciendo de niño prodigio. Sus acomodados padres le regalaron ¡por aquel entonces! Una cámara de fotos y él se dedicó a sacarle partido al juguete fotografiando a todos sus felices familiares y amigos.
En una época en que la fotografía eran poses serias y envaradas frente a forillos y decorados de cartón piedra, Lartigue fotografiaba la esencia de la felicidad en movimiento. Sus temas favoritos: la playa y la nieve (dos escenarios perfectos para la existencia gozosa), todo lo relacionado con el dinamismo (deportes, bólidos a pedales o motor, extraños artilugios), sus familiares, amigos y allegados pasándoselo envidiablemente bomba, preciosas modelos captadas con elegancia y naturalidad: Paisajes con figuras de composición y belleza perfectas…
Desde el punto de vista técnico las fotos de Lartigue son en mi opinión insuperables. Prácticamente todas de las cerca de 200 fotos incluidas en la exposición son a mi entender de 9, 9’5 o 10 (de 10). Su olfato para la elección del tema y su talento arrollador para el encuadre, los ejercitó sobradamente desde niño hasta su y fértil y longeva vejez.
Mis fotos favoritas de la expo (por señalar alguna), son ese ultra moderno autorretrato, a ras de agua, en la bañera del niño Lartigue con cara de listo y la última foto de la exposición: otro autorretrato, esta vez de su propia sombra proyectada bajo el marco de una puerta, de un ya anciano Lartigue, que dejaba así lo que podría ser su testamento fotográfico.
Yo os sugeriría (me agradeceréis la recomendación), a los que, siguiendo mis sabios aunque tardíos consejos, vayáis a ver la exposición dos cosas:
La primera. Si os gusta la fotografía y quisiérais tener en vuestra casa una colección encuadernada de obras maestras, a la que recurrir para hojear cuando os sentáis algo depres, os recomendaría que os compréis el catálogo. Lo venden en la tienda de la fundación. Cuesta 40 €, (es lo mínimo que vale ya cualquier catálogo), pero merece la pena. Si no estáis dispuestos a gastaros el pastón, yo se lo presto gustoso (¡Con devolución!) a quien quiera disfrutar de él por unos días.
La segunda. ¡Planazo!
Mientras aún os dure el subidón de endorfinas inherente a la visita al mundo flotante de Lartigue y para mantener “el puntito”, podéis encaminaros al cercano Barrio de las Letras (calle Huertas y alrededores,) a degustar en cualquiera de las tascas de la zona (hay muchas y casi todas excelentes), las afamadas cañas y tapas, orgullo de nuestra ciudad y que en esta zona encuentran uno de sus mejores reductos. Yo personalmente os recomiendo la popular taberna La Dolores (Plaza de Jesús 4): Unos de los mejores pinchos fríos de Madrid y unas extraordinarias cañas (por supuesto: Mahou 5 estrellas), magistralmente “tiradas” ¿La mejor caña de cerveza de Madrid?
PD. Cómo ya os he comentado quisiera que este blog fuera, entre otras muchas cosas, útil. En este sentido me gustaría crear una sección (a todas luces abierta a la encendida polémica), donde cada cual expresara cuáles son sus baretos preferidos para tomar pinchos y cañas en Madrid. Con toda esa información intercambiada podríamos editar una utilísima “Guía de Supervivencia en Bares de la Villa y Corte” de uso exclusivo para los obreros de esta colonia.
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